Tras tu jornada de golf en Nueno, te proponemos un día completo de historia, arte y paisajes espectaculares muy cerca del campo. Comienza la mañana con una visita a la ciudad de Huesca, a tan solo 10 minutos. Su catedral gótica, el Monasterio de San Pedro el Viejo y el ambiente tranquilo de su casco antiguo te conquistarán desde el primer momento. Aprovecha para tomar un café o pasear por sus plazas con calma.
Desde allí, dirígete al castillo de Loarre, uno de los tesoros medievales más impresionantes de Europa. Su silueta sobre la colina, su buen estado de conservación y las vistas que ofrece te harán sentir como en una película (¡de hecho, se rodó aquí El Reino de los Cielos!). Es un lugar perfecto para dejar volar la imaginación.
La ruta termina en un paraje natural tan imponente como especial: los Mallos de Riglos. Estas enormes paredes de roca roja son un espectáculo natural único, ideal para disfrutar de un paseo suave, hacer fotos o simplemente contemplar a los escaladores desafiando la verticalidad. Puedes comer en el restaurante del pueblo o en alguno de los bares con vistas a los mallos.
Una jornada variada, cómoda y muy visual, que combina cultura, patrimonio y naturaleza sin alejarte demasiado del campo de golf.